Nava, de colores

28Mar07

Pelotón en la Plaza Mayor

El tintineo de las cadenas, el estruendo de las sirenas, el siseo de las ruedas cortando el viento y los aplausos de casi un centenar de navarreses desperezaron la vida cotidiana de la ciudad. Esta vez sí estaban preparados. En esta ocasión, la población sabía que algo iba a suceder. El pelotón de la Vuelta a Castilla y León iba a pasar por Nava del Rey y los navarreses no se lo quisieron perder.

Eran poco más de las 14.15 horas cuando los primeros vehículos de la caravana ciclista se adentraron por la calle Rodríguez Chico. A esta parafernalia de motos enlace, coches de los diferentes medios de comunicación que cubren la carrera, le siguieron los protagonisas de la ronda.

Pelotón a su paso por la ciudadPrimero fueron tres, Adrián Palomares (Fuerteventura Canarias), Iván Gilmartín (Viña Magna Cropu) y Luis Pérez (Caja Sur Andalucía), los que horadaron las calles del municipio. Ellos, que habían saltado del pelotón después de una trepidante primera hora de carrera, fueron los que más vítores y aplausos arrancaron de los habitantes que se agolparon allá por donde pasaba la carrera.

El tridente asomó pronto por las calles de la ciudad. Así, gota a gota, fueron dejando un reguero de sudor que se prolongó por las calles Rodríguez Chico, Plaza Mayor, hasta donde muere la ciudad, en la calle González Pisador.

Cuatro minutos después, un pelotón de más de 120 unidades seguían el rastro de la cabeza de carrera. El manantial de colores iba recogiendo, como en el cuento, las miguitas de pan que habían dejado sus antecesores. El tránsito del gran grupo duró un suspiro, pero despertó de la monotonía de un miércoles cualquiera a esta ciudad.

Ilustres como Oscar Pereiro o Iban Basso, bisoños de la calidad de Alberto Contador e Igor Antón y promesas en ciernes como Beñat Intxausti o Arkaitz Durán, pudieron contemplar, a pesar del angosto paso del grupo por la Plaza Mayor, como se levanta erguida y majestuosa la torre de la Iglesia de los Santos Juanes, bautizada años a como la  Giralda de Castilla.

La etapa, que siguió camino de Medina del Campo para morir en Valladolid, fue para el cántabro Francisco Ventoso (Saunier Duval), que obtenía su segunda victoria parcial en la ronda regional y también un bis en cuanto a victorias en lo que lleva de temporada. 



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